Nuestras Madres

 El 30 de abril de 1977, se reunían por primera vez, las Madres de Plaza de Mayo, en ese momento comenzaba su larga lucha pidiendo justicia.


Como todos y todas deben saber, un 24 de marzo de 1976, comenzaba una época muy oscura para nuestro país, la dictadura genocida más sangrienta de toda nuestra historia. Esta dictadura, una de tantas en nuestro continente, fue apoyada por el imperialismo yankee y su famoso Plan Cóndor. La finalidad de todo esto, era la de imponer, por la fuerza, medidas neoliberales y eliminar toda disidencia política, principalmente, militantes de izquierda (ya sean comunistas o peronistas). Para lograr esto, se desaparecieron a más de 30.000 personas, que estaban decididas a luchar contra el régimen. Aquí es donde ellas, Nuestras Madres, entran en la historia.

´´Las locas´´, como eran llamadas por el gobierno militar, buscaban a sus hijos desesperadamente. Estos habían sido secuestrados, luego llevados a centros clandestinos de detención, para después hacerlos desaparecer. De esta manera, no habría pruebas sobre la desaparición sistemática de personas impulsada por el Estado.

Las Madres, con el coraje por el cual son reconocidas, empezaron a reunirse todos los jueves a las 15:30 en la plaza de mayo, para pedir por la aparición con vida de sus hijos, sin importarles que estaban poniendo su vida en peligro. Citando a Eduardo Galeano: ´´…Ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria…´´. La dictadura no podía permitir que un grupo de mujeres ponga su plan de desaparición forzosa en peligro, por esto empezó a perseguirlas e incluso llego a hacer desaparecer a varias de ellas, entre estas a una de las fundadoras del movimiento: Azucena Villaflor.

A pesar de estas desapariciones, siguieron yendo a la plaza, no pensaban rendirse hasta que no les digan dónde estaban sus hijos, demostrando, una vez más, su gran coraje (Quizás se vuelve repetitiva la palabra ´´Coraje´´ pero creo que no hay una mejor manera de describirlas). Durante el mundial de futbol que se jugó en Argentina en 1978, Las Madres intentaron hacer llegar al exterior, a través de la prensa extranjera, lo que sucedía en el país y, en parte, lo lograron. También un grupo de Madres entre 1978 y 1979, lograron visitar varios países como Estados Unidos e Italia para dar voz a lo que estaba ocurriendo en Argentina.

Luego de todo esto, llega la guerra de Malvinas, otra estrategia más de la dictadura para ocultar lo que sucedía. Aquí Las Madres son reconocidas por una frase: ´´Las Malvinas son argentinas, los desaparecidos también…´´. Al finalizar la guerra, que fue lo que termino de derribar al gobierno militar, se llaman a elecciones libres. Esto era una gran noticia para Las Madres, pero sabían que en ese momento comenzaba una nueva lucha.

El 10 de diciembre de 1983, asume la presidencia Raúl Alfonsín, esto representaba una esperanza para Las Madres, esperanza que terminaría siendo sepultada por muchas acciones del propio gobierno. Desde el Estado, se crea la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). Este informe es rechazado por Las Madres, ya que en el mismo no se encuentra el nombre de los represores por pedido expreso del presidente Alfonsín y, además de esto, otra de las razones del rechazo, fue que en el prólogo del mismo se presentaba la Teoría de los Dos Demonios (Teoría totalmente descabellada que iguala al terrorismo de estado con el accionar de las guerrillas).

A principios de 1985 se inicia el Juicio a las Juntas, en este juicio no se tomarían en consideración las desapariciones y se tomarían tan solo 700 casos de torturas, violaciones y secuestros. Este juicio, como recalcaban Las Madres, fue solo a la cúpula militar es decir a las cabezas de la dictadura.

La presión de los militares al gobierno, vista en los alzamientos carapintadas, hizo que Alfonsín ceda y lance dos leyes vergonzosas: el Punto Final y la Obediencia Debida. La primera imponía un plazo de sesenta días para la iniciación de causas judiciales, pasados esos sesenta días, esas causas, quedaban fuera del alcance de la justicia. Y la segunda eximia a los cargos de jefe hasta los niveles inferiores, su consecuencia fue el desprocesamiento de casi todos los militares. Estas dos leyes eran una derrota para Las Madres.

Alfonsín se ve obligado a adelantar la salida de su gobierno y el 8 de julio de 1989, por la crisis socioeconómica por la cual pasaba el país, el reciente ganador de las elecciones, Carlos Saúl Menem, asumía como presidente. Menem al poco tiempo de su asunción decretas indultos a militares genocidas (Videla, Masera, Viola, entre otros.) reforzando la Teoría de los Dos Demonios. Estos indultos representaron una gran desilusión para Las Madres, generaron tristeza y sentimientos de derrota, pero eso no freno su lucha y siguieron movilizándose para pedir justicia.

Durante el menemismo la lucha de Las Madres no fue solo por el pedido de justicia, sino que también fue una lucha contra el orden neoliberal. Ese orden neoliberal que estaba vendiendo y entregando nuestro país a las transnacionales y al mismo tiempo nuestro pueblo estaba siendo sumido en la pobreza. Las Madres, como hubiesen querido sus hijos, salieron también a luchar contra este régimen neoliberal injusto que estaba destruyendo y empobreciendo a nuestro país.

El 10 de diciembre de 1999 asume como presidente Fernando De La Rúa, que se encarga de seguir el modelo económico neoliberal impuesto por el menemismo. Las Madres siguen criticando fuertemente este modelo y presentan ideas de cambios sociales profundos. Ellas acompañan las movilizaciones populares en contra del gobierno, y con la misma valentía que siempre las caracterizo, enfrentan a las fuerzas policiales que, de manera muy cobarde, les pegan y reprimen. De La Rúa se ve obligado a renunciar, y pasan varios presidentes en muy poco tiempo hasta la llegada de Duhalde, que tampoco logra durar demasiado y debe llamar a elecciones rápidamente, debido a las represiones realizadas en su gobierno.

El 25 de mayo de 2003 llegaría a la presidencia un flaco que lo cambiaria todo, el 25 de mayo asumiría como presidente Néstor Carlos Kirchner. Néstor era parte, y se sentía parte, de aquella generación diezmada, de aquella generación que fue perseguida, silenciada y asesinada. Esto lo dejaría muy en claro en su gobierno, era el presidente que Las Madres estaban esperando desde hacía más de 20 años. En diciembre de 2003 Néstor impulsaría la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, también se declaró la inconstitucionalidad de los indultos hechos por Menem y con esto se reabrieron, en todo el país, las causas por violaciones de derechos humanos. Ordenar que se bajaran los cuadros de los genocidas del colegio militar, la creación del museo de la memoria (Ex ESMA), el pedido de perdón en nombre del Estado Nacional, fueron otras demostraciones de que las cosas habían cambiado, de que por fin en la casa rosada había alguien que escuchaba a Nuestras Madres.

 Los gobiernos de Néstor y Cristina cambiaron drásticamente el paradigma que se tenía en la política argentina sobre la última dictadura militar, es por esto que Las Madres apoyaron fuertemente a estos gobiernos. Las Madres se sentían apoyadas y escuchadas después de tanto tiempo, y consiguieron eso por lo que tanto habían luchado: que se haga justicia por sus hijos.

Las Madres de Plaza de Mayo son un ejemplo de lucha, son nuestras heroínas, son aquellas mujeres que nunca se rindieron ni le tuvieron miedo a nada, por eso debemos respetarlas y admirarlas agradeciéndoles por estar siempre para el pueblo, luchando en los momentos más difíciles y oscuros de nuestro país. En esos momentos donde el silencio era la norma, ahí estaban ellas para dar voz a aquellos que ya no podían hacerlo.


-Arián Calvigioni 


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